Cuando un equipo entra en una racha negativa y comienza a perder partidos es normal que el primer criticado sea el entrenador, ya sea porque su trabajo no está dando resultado o porque el equipo no jugó bien. Por otro lado, cuando el equipo gana solemos olvidar al entrenador y nuestros elogios son para los jugadores que disputaron un buen partido. 

La verdad es que un entrenador con las ideas bien claras puede cambiar la historia de un club, el entrenador no solo es responsable de que el equipo juegue bien sino de que sus jugadores se sientan bien, animarlos y hablar con ellos para que sientan la total confianza de su director técnico, como un padre con su hijo. 

Para hacernos una idea de lo importante que es tener un buen entrenador, tenemos la película “Un entrenador genial”. Este largometraje trata de cómo uno de los equipos menos favoritos para ganar el título se hace con él, gracias a la contratación de un entrenador que más allá de táctica, les brinda plena confianza a sus jugadores, entre ellos su propio hijo. 

Debe ser difícil dirigir a tu hijo, porque siempre serás criticado si entra a jugar y no hace un buen partido, pero es deber del entrenador separar lo personal de lo profesional y velar por lo que sea mejor para el equipo.

Actualmente la imagen del DT se ha vuelto muy relevante, en especial aquellos que dirigen grandes equipos, pero sin importar si es fútbol profesional o amateur, el entrenador siempre será el que ponga el pecho para defender a su equipo. 

Director: Jesse Dylan

Año de estreno: 2005 

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